Esta bonita planta originaria del África tropical ha demostrado ser una de las plantas que mejor se adapta a la vida en interiores.
Se trata de una planta de fino follaje con hojas matizadas en distintioos colores que pierde las hojas inferiores al crecer, dejando al desnudo un fino tallo que suele arquearse con resultados muy ornamentales.
Este bello arbusto de tipo rústico, procedente de zonas tropicales, de hoja perenne y crecimiento lento, requiere unos cuidados relativamente sencillos que no nos darán quebraderos de cabeza si seguimos unas simples pautas. Aunque es más tolerante que la mayoría de plantas al suelo seco y riego irregular gracias a la alta capacidad de retención de liquido de sus raices, es recomendable mantener un nivel de humedad ambiental apropiado a su alrededor por cualquer medio a nuestro alcance. Normalmente, un plato con piedras, un humidificador o la pulverización esporádica de sus hojas será suficiente. En cuanto a la luz, la Drácena soporta prácticamente cualquier condición lumínica, creciendo por igual cerca de ventanas con mucha luz que en los rincones más sombrios de nuestro hogar u oficina. Y en lo tocante a la temperatura, aunque le gusta más el calor que el frío y su desarrollo óptimo se da con temperaturas más bien altas, entre los 22 y los 26º C, se encontrará muy cómoda entre los 15 y los 21º C, una temperatura normal en el interior de cualquier hogar, negocio u oficina. Debemos tener en cuenta no obstante, que por debajo de los 14º C la planta comenzará a sufrir.
Visto lo cual, cumpliendo estas tres simples normas: nada de frío, poco riego y humedad ambiental alta y nada de sol directo, nuestra Dracaena Marginata crecerá sana y fuerte.
Junto con la Sansevieria, son las dos plantas más típicas en cualquier oficina o lugar de trabajo. Los cuidados simples y fáciles que requieren estas dos plantas de interior las convierten en habituales de recepciones, salas de espera, mostradores de tiendas y pasillos de centros comerciales. Bien sea solas en macetas y macetones, distribuidas en rincones y esquinas o en compañía de otras flores y plantas en composiciones ornamentales en el centro de espacios diáfanos más amplios, su presencia siempre resulta singular e incofundible.
- Luz: esta es una planta especialmente sensible a la radiación solar, por lo que se debe evitar la exposición directa al sol a fin de evitar quemaduras que provocarían la decoloración de sus hojas. Aunque se adapta estupendamente a las condiciones lumínicas más tenues y puede habitar rincones con poca luz, cerca de una ventana o en espacios luminosos crecerá mejor.
- Temperatura: la Drácena no soporta las bajas temperaturas y, como ya hemos dicho, por debajo de los 14º C la planta sufre. Si la podemos mantener entre los 15 y los 22º C, que son temperaturas razonables para una casa, nuestra Dracaena estará cómoda. Lo ideal, sin embargo, son temperaturas entre los 20 y 25º C.
- Humedad: como cualquier planta tropical, estas plantas precisan de una hunedad mínima. En las épocas más calurosas o con temperaturas por encima de los 25º C deberemos pulverizar agua sobre las hojas. A pesar de esto, el secreto de esta planta consiste en no regarla en exceso, pues no precisa de demasiada agua. De hecho, es una de esas especies que conviene regar cuando percibimos la tierra seca, ya que si la mantenemos siempre húmeda, sus raíces se ahogan y terminan por pudrirse.
- Riego: poco, únicamente cuando el sustrato esté seco.
- Abonado: dos o tres veces al año le podemos añadir fertilizante para planta verde con el agua de riego.
Nombre científico: Dracaena marginata o reflexa var. angustifolia.
Nombre común: Drácena o Maribella.
Origen: zonas tropicales de África.
Familia: Asparagaceae.
Floración: la floración de dracaena es rara y solo afecta a los sujetos más viejos, de al menos 30 años.
Ubicación: Zonas bien iluminadas sin sol directo.
Riego: poco, sólo cuando la tierra esté seca.
Humedad: Media 30-50%.
Dificultad cuidados: Baja.
Es una de las plantas usadas en los estudios para la limpieza del aire realizados por la NASA y ha demostrado que ayuda a eliminar el formaldehído.